Y nos referimos a fragancias que combinen con cualquier jersey de cachemira, cualquier abrigo y cualquier par de botas. Es hora de cambiar los aromas florales y cítricos por notas más profundas y almizcladas, y favorecer las composiciones artesanales que harán que los desconocidos te paren por la calle y te pregunten qué llevas puesto.
