Fundada en 1760 por James Henry Creed, la casa de fragancias ya abastecía a todas las casas reales con sus exclusivos perfumes. A lo largo de los años, ha lanzado más de doscientos perfumes exclusivos, cada uno de ellos original, una obra maestra y creado a mano según una antigua tradición. El arte perfumero de CREED se ha transmitido de generación en generación. Hoy en día, cada amante de las fragancias encuentra su eau de parfum particular que le rodea de un aura especial y carismática.
La empresa familiar Creed es conocida por sus exquisitas fragancias de lujo elaboradas con ingredientes exquisitos. En siete generaciones se han desarrollado más de 200 perfumes. Hoy, Olivier Creed, descendiente directo del fundador James Henry Creed, continúa esta tradición. Junto con su hijo Erwin, viaja por todo el mundo para encontrar los mejores materiales.
Inspirándose en los relatos de viajes de sus antepasados, Olivier y Erwin seleccionan los mejores pétalos de rosa de Bulgaria, el vetiver más fresco de Haití y el jazmín de aroma más dulce del sur de Francia. La calidad excepcional de cada elemento se garantiza mediante un cuidadoso olfateo, una práctica que forma parte de la cultura tradicional de la Casa Creed.
Creed utiliza elaborados métodos para destilar las exclusivas materias primas. Esto incluye el proceso millésime, utilizado originalmente en viticultura. Todos los ingredientes se pesan a mano y se mezclan según las recetas tradicionales de la familia. Tras un largo proceso de maceración, la receta se perfecciona según los estándares de la casa. La puesta a punto de Olivier y Erwin Creed hace que cada fragancia sea única.
